Amores imposibles I: Sobre el Tajo

De arriba a abajo, puente Vasco de Gama y espigón junto al acuario. Aquí este viernes es fiesta.




4 comentarios:

  1. Jo, pedazo de luz. Me faltó ver esto. Tiene pinta de molar mucho.

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  2. Yo he preferido de hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado. Lo dijo Freud, no yo.

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  3. Yo recuerdo con cariño y mucha "saudade" mis vueltas a casa a las 3 de la mañana en el último tren que partía de la estación de "Cais do Sodre", siempre me sentaba mirando en sentido contrario a la dirección del tren, en el lado que da a la costa, para poder ver la luna reflejada en el agua del Tajo con el puente do 25 de abril como testigo de una belleza increíble de reflejos potenciados al máximo por mi estado de ebriedad. ¡Ay!¡Mi luna lisboeta! Qué enamorado estaba yo de esa luna...

    Zirowop

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  4. Lo de la luz es como la propia ciudad: Sale así cuando le da la gana. Hoy mismo hay una luz londinense de lo más curiosa. Una pena que mi móvil portugués (que adoro) no tenga ni cámara.

    Y no digo nada de esto porque no se hablar de ello. Como Freud. Aunque él lo dice con más elegancia.

    Recordar con Saudade las vistas del otro puente es sano. Yo soy de los que se ponen mirando para adelante. No por romanticismos, me marea un poco mirar lo que el tren va dejando atrás. El puente al que te refieres lo hizo el mismo que diseñó el de San Francisco. La verdad es que este me gusta más. Y no es chovinismo ibérico. También prefiero el de Oporto al de Sydney. Aunque el de Brookling es el que más me gusta de los que he visto. A falta de ver esos en los que Clint Eastwood se enamoraba de Meryl Streep: Cuando estaba acabando la película, mientras estaba intentando no llorar el espectador que tenía detrás me quitó las penas de golpe: "La peli es una mierda y los puentes muy feos". Desde entonces quiero ir a Madison a verlos.

    Y a ver si pillo una luna de Lisboa para envolver.

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